martes, 24 de mayo de 2011

Propiedades aversivas

   




Además de las propiedades específicas de alteración mental y de las consecuencias que estas sustancias tienen en el organismo del ser humano, los solventes tienen otras propiedades entre las que destacan las aversivas. Con frecuencia se supone que los inhaladores no adquieren dependencia a los solventes que tienen estas propiedades, razón por la cual se ha añadido a algunos pegamentos. Sin embargo, se ha demostrado, ya sea que los usuarios se acostumbraron al olor que a otras personas les causaría repugnancia; o que el efecto de aversión inicial desaparece luego si se mantiene la inhalación; o. Por ultimo, que e inhalador no le de importancia al efecto aversivo, en relación con el efecto que busca en la intoxicación, por ejemplo, la irritación que muchos solventes volátiles provocan en los ojos o en las  membranas de las  vías respiratorias se presentan a niveles de inhalación muy inferiores a las concentraciones que acostumbran a utilizar los inhaladores voluntarios, si que por ello detengan su habito. 
Propiedades anestésicas
Prácticamente todos los solventes inhalables actual como anestésico y es posible que el potencial adictivo se relacione con esta propiedad.
     Una característica de muchos anestésicos , a la que no se le ha dado importancia que merece, es la producción de una etapa de excitación que tienen lugar cuando se aplica una dosis bajas o como fase previa a los efectos depresivos de dosis mas altas. Puede suponerse que los mecanismos de inhibición se suprimen al consumir dosis bajas de anestésicos, liberando mecanismos de excitación que en condiciones normales son controlados por el sistema de inhibición. Al incrementarse la dosis de anestésicos, también los sistemas de excitación se suprimen y sobreviene la etapa de depresión. Esta explicación es congruente con lo reportado por inhaladores como efectos psíquicos de la inhalación de solventes volátiles: excitación, pérdida de inhibición y depresión.
   Así, el usuario puede sentirse atraído tanto por efectos de depresión como excitación de la misma sustancia, a lo que se suma la rapidez de la absorción, con la consecuente acción inmediata sobre el sistema nervioso central.
Capitulo II
¿QUE REPRESENTA LA INHALACION DE SUSTANCIAS VOLATILES PARA LA SOCIEDAD?
Una de las maneras de medir la reacción de la sociedad en relación con un tipo de comportamiento es examinar la reglamentación acerca del mismo. En efecto, sobre todas las actividades humanas que la sociedad considera perjudiciales para el sano desarrollo de sus miembros se han promulgado normas para ejercer el control, tanto las implícitas, que se evidencian mediante el rechazo hacia quienes las llevan a cabo, como las que se explicitan en forma estricta, en leyes, códigos y estatutos.
    La inhalación no podría ser una excepción. Sin embargo, el hecho de que el uso primordial de las sustancias que son sujeto de inhalación voluntaria es el industrial, dificulta el control legal de su elaboración y distribución.
    Este tipo de sustancia se encuentra a la disposición del público en diversos tipos de expendios, desde supermercados, tlapalerías, pinturerías, farmacias y hasta gasolineras.
       Una iniciativa para regimentar su venta en México fue establecida en 1981 según la cual, además de obligar a la inclusión de una leyenda en el envase en la que indique la posibilidad de intoxicación por la inhalación prolongada o reiterada del producto, se establecen sanciones que pueden llegar a la clausura de los expendios en donde se venda este tipo de sustancias a menores de edad. Otra medida impuesta fue la vigilancia en el almacenamiento, transporte y posesión de estas sustancias, de forma de impedir el acceso a las mismas o que se derramen y el control sanitario de la ventilación de los talleres, centro de trabajo o capacitación en los que se utilice estos productos.
        Si bien este tipo de  medidas promueven una mayor conciencia entre la población acerca de la peligrosidad de las sustancias, con frecuencia resulta difícil vigilar su aplicación, puesto que implicaría contar con todo un cuerpo de inspectores que comprobaran que los productos son únicamente vendidos a mayores de edad en todos los diferentes tipos de expendios en donde se encuentran y que se llevan cabo las medidas de protección estipuladas.
    En cuanto a la posesión o uso de sustancias por inhalación, no son consideradas como delito. La ley general de salud promulgada en 1983 incluye a las sustancias inhalables entre “las industrias”, las cuales como los otros cuatro grupos de sustancias con potencial adictivo que se clasifican en e articulo 245 de la ley, son sujetas al control y vigilancia de las autoridades sanitarias. Por el contrario, el código penal no las incluye entre los productos sancionados penalmente, situación que solo es compartida por otros de los grupos de sustancias que establecen la Ley General de la Salud, el referente a los medicamentos cuya utilización no terapéutica no significa un problema mayor de salud publica.
    tanto de los menores que son dejados bajo la tutela de los padres, como en el de los inhaladores mayores de edad, el tratamiento obligatorio proporcionaría, de todas maneras, problemas para la rehabilitación. Por una parte, al haber sido sancionado por las autoridades, la labor terapéutica es percibida como castigo, impuesto al usuario, quien de este modo no se encuentra motivado para recibir el tratamiento, dificultando el desarrollo exitoso del mismo. Además  la obligatoriedad supone que los pacientes se hallan internado en centros de tratamientos, lo que no resulta recomendable para la gran mayoría de los inhaladores, pues así perderían los lazos con sus familias y comunidad, los cuales son especialmente importantes de preservar, dado que el consumo de inhalables habla por si solo de algún tipo de problema entre el inhalador y su medio, que el aislamiento haría mas pronunciado.
  Además de esos centros de tratamiento, que por lo común se encuentran próximos a la comunidad de donde provienen los inhaladores, se debería contar con una estructura que permitiera controlar la asistencia de los pacientes a sus sesiones o consultas. Este no es el caso de la mayoría  de los programas desarrollados en México y muchos otros países.
   Por ultimo en ocasiones, el hecho de que el usuario sea referido por un miembros de los cuerpos policiacos al lugar donde se le proporciona tratamiento provoca la suspicacia de otros pacientes, con significativa frecuencia, indican al ingresar que una de sus preocupaciones es saber si se mantendrá la primacía de su caso y la presencia de las autoridades y medidas de estrictos control pueden reducir la confianza depositada en la institución que lleva a cabo el tratamiento.
Sin embargo, esta postura adose de una falla básica: se ha comprobado que los usuarios, al ver la dificultad la disponibilidad del producto al que estaban acostumbrados se dirigen a otro. Existe una tendencia a mantener la misma vía de administración, como se evidencio en Inglaterra a fines de la década de 1960, años en los cuales la falta de posibilidad de obtener heroína provocó que los usuarios crónicos comenzaran a utilizar anfetaminas y barbitúricos, por vía intravenosa. Por eso se  podría suponer que, si bien los inhaladores mantienen la preferencia hacia un producto específico, deño poder procurárselo se dirigían hacia otro inhalable.
     Resulta imposible pensar  en la restricción de la disponibilidad de todas las sustancias volátiles, inclusive de la gasolina. Y, en caso de que hubiera logrado hacerlo, podría emerger otros tipos de patrones de conducta igualmente, o aun mas peligrosos, por parte de los usuarios, que expresarían la misma conflictiva que los llevo a la inhalación.
    Así, en lugar de intentar simplificar las causas del consumo de drogas, reconociendo solo una de ellas, es preciso recordar que siempre intervienen tres tipos de factores: individuales, familiares y sociales que se hallan interrelacionados y dentro de un proceso dinámico permanente. Esta diversidad de factores hace que  en ocasiones un elemento parece ser el definitivo para que de inicio un caso de farmacodependencia; pero el análisis mas profundo del caso pondría en evidencia que ese factor la enmarcan circunstancias o características provenientes de los otros grupos de factores.
     En caso especifico de la inhalación por parte de grupos marginados , aun así es comprensible la postura de algunos investigadores que señalan a este tipo de consumo como una forma de adaptación al medio social que integra al individuo a un grupo y le permite olvidar sus frustraciones , no por ello puede dejarse de lado que estos elementos socioeconómicos, que inciden específicamente en el  inhalador , no son los únicos que actúan desde la esfera social , puesto que en esta se incluyen los que surgen del grupo generacional y de la comunidad a nivel local, nacional e internacional. En cada uno de ellos coexiste agentes desencadenantes o de mantenimiento del consumo.
  Esta esfera de lo social engloba los diversos factores culturales, políticos y económicos que presionan, inducen u orillan al individuo a la inhalación. Como ejemplo de las actitudes culturales que propician el consumo de todo tipo de sustancias podríamos citar:
·        Las falsas expectativas promovidas por la sociedad que general frustraciones entre los que no puedan alcanzarlas.
·        Los conflictos y crisis de valores de los emigrantes de zonas rurales y urbanas, que se ven obligados a abandonar sus patrones de vida tradicionales, pero que aun no asumen los del nuevo medio como propios.
·        La sobrevaloración de la figura medica y de los productos químicos como media cura inmediata a todas las dificultades, sea esta índole física, mental, afectiva o socioeconómica.
·        El excesivo consumismo de los miembros de la sociedad fomentando a través de la publicidad, la cual con frecuencia equipara el consumo con la aproximación a la realización personal.
·        La pérdida de valores estables y la ambivalencia de los marcos sociales de referencia.
·        La búsqueda del placer inmediato y la baja resistencia al dolor físico o la frustración.
·        La carencia, en especial en las grandes urbes, de redes de apoyo comunitario que permita al individuo sentirse parte de un grupo que se interesa por el. Por ende, puede afirmarse que los patrones de la evaluación respecto al consumo de sustancias cambian de acuerdo a la época y al lugar geográfico que se representa, puesto que una sociedad puede considerar a un mismo tipo de consumos socialmente adecuado o inadecuado según el momento histórico o el propósito del consumidor.
    El fundamento de tal modificación radica en el significado o papel que desempeña la sustancia y sus consumos dentro de la sociedad. Así, por ejemplo, la inhalación voluntaria puede ser disimulada socialmente debido a que las estructuras económicas exigen al individuo que utilicen en la industria estos productos. Pero, cuando este mismo tipo de consumo es llevado fuera de esferas laboral, seria sancionado.asi mismo, las des inhalación que provoca en consumo de bebidas alcohólicas puede contribuir en una sociedad que tiene una estructura de comportamiento muy estrictas, ha animar sus reuniones y permitir “escapes “que de otra forma no existirían. Pero puede ser considerado impropio cuando desajusta la estructura productiva, incrementando el ausentismo o los accidentes de trabajo.
     Actuando también como agente precipitante y/o predisponente de la inhalación tenemos el grupo generación o de compañeros  que, en algunos casos, puede incitar a la persona a la experimentación o requiere el consumo como medio para que ingrese o permanezcan en el.
     En cuanto a los elementos familiares, estos representan un puente entre el medio socioeconómico y el individuo, puesto que cada familia represente con su miembro con diferentes niveles de intensidad según a cada caso, los patrones culturales y las presiones económicas de sus contexto. Es así que, por ejemplo, en la familia puede presentarse como elementos de desencadenamiento los patrones inadecuados de consumo de sustancias por parte de los padres, y que estos transmiten a sus hijos. Podrían utilizarlas como apelativos a las frustraciones que no saben manejar o como, en la cual uno  o ambos de los padres actúan como modelo de utilización de sustancias.
 En el caso específico de la inhalación de sustancias volátiles, como ya se ha señalado, los padres pueden encontrarse en un proceso crítico de adaptación al medio que en algunas formas tiene puntos semejantes a que sufre al adolecente para afirmar su identidad. También se da, con mayor frecuencia que otros tipos de consumo, que la familia no se encuentre completa puesto que el padre esta ausente tanto afectiva como física mente. A esta situación se suman a cuanto los niños y adolecentes inhaladores, las dificultades económicas que padecen sus familias que la orillan a obligar a sus hijos a contribuir a los ingresos. Este tipo de presiones motiva el alejamiento de los hijos de la casa, que en algunos de ellos es completo dando la familia, en estos casos, de representar un elemento de importancia de remodelado de normas y patrones de conducta para pasar a ocupar su lugar el grupo de compañeros.
    En lo relativo a los elementos individuales es precisó diferenciar dos niveles: el psíquico  fisiológico. El primero se evidencia en la motivación que el mismo consumidor expresa como generadora del consumo o experimentación, entre las que se destacan el deseo de contrarrestar el hambre, frio, la ansiedad o la depresión; de experimentar un estado de animo; de compartirlo con un grupo; o de sentirse parte de este, inquietudes que son frecuentes en la adolescencia y que no pueden considerarse  como patológica en ningún grupo de edad. Este diferente motivaciones en general puede ser  expresada por el consumidor a nivel consciente pero existen otras que son impulsadas preponderantemente por patrones de índole social y familiar como los ya descritos y que el farmacodependiente expresa mediante su consumo de drogas.  Porque si la figura de alcohólico puede asociarse con patrones a los que ya se ha acostumbrado la sociedad a aceptado como posibles dentro de un grupo el rechazo a ingresar a actividades reductivas, que lleva consigo la inhalación por parte menores, a la par que la autoafirmación de estos de dictarse sus propias normas acerca de cuales es la conducta apropiada sufre un repudio mucho mayor.
   La reacción social ante la inhalación voluntaria puede también considerarse desde la acción preventiva que intenta abatir los índices de consumo e impedir que se desarrollen casos de farmacodependencia, la cual será analizada mas adelante. 

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