Nuestros antepasados gozaron de cierta embriaguez conseguida a través de la fermentación de miel, frutas y granos. El opio, extraído de las amapolas y del cáñamo indio, se ha usado durante miles de años. Los antiguos asirios chupaban partillas de opio para pasar el tiempo agradablemente. La hoja de coca, que en un tiempo se usaba como base para preparar varias bebidas populares, ha “elevado” a los indios andinos mucho mas de los 3,200 metros sobre el nivel del mar en que viven. Las drogas se usaban en muchos de los ritos de brujería que existían en Europa y en el Nuevo Mundo. La famosa “cerveza de bruja” ere de hecho algún tipo de ponche narcótico.
La invención de la aguja hipodérmica al mediar el siglo pasado, no solo constituyo un paso gigantesco para los hombres determinados a alterar su conciencia por una vía tan rápida como fuera posible.
El LSD se descubrió por accidente en la década de los cuarenta; los alucinógenos sintéticos solo fueron descubiertos en los sesenta y el fumar cáscaras secas de plátano (supuestamente producidas euforia) se descubrió hace pocos años. En un informe oficial, la Organización Mundialla Salud ha señalado infinitas posibilidades de declarar: “Escasamente existe un agente que pueda ser introducido en el cuerpo al cual algunos individuos no reaccionen de una manera satisfactoria y placentera, lo cual los persuadas de seguir usándolo hasta el punto del abuso, esto es un uso excesivo y persistente más allá de toda necesidad médica.”
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